En la mayoría de los casos, la compraventa de un inmueble no es un trámite que se haga de forma habitual. Estadísticamente, se trata de un proceso que las personas van a experimentar una vez a lo largo de su vida y uno de los momentos más importantes, si hablamos de adquisiciones de bienes y materiales.
Por ello, antes de tomar cualquier decisión, debemos contemplar una serie de aspectos clave que nos brindarán una mayor información sobre la propiedad que vamos a adquirir y en qué estado se encuentra realmente.
Más allá de fijarnos en lo que nuestros ojos pueden llegar a apreciar (como por ejemplo el estado del inmueble, si hay humedades, el estado del cuadro eléctrico, la calefacción o la condición de la cocina o los aseos, entre otros), es necesario que nos interesemos por los documentos que contienen la información técnica sobre la propiedad.
¿De qué documentación estamos hablando?
- Nota simple: se trata de un resumen conciso de la información que aparece en el Registro de la Propiedad. Datos como el nombre del propietario actual, descripción de la finca y cargas o gravámenes existentes sobre ella.
- Cedula de habitabilidad (CH) y calificación energética (CE): la cedula de habitabilidad se trata de un estudio que certifica la vivienda como apta para que esta pueda ser habitable, teniendo en cuenta la normativa vigente. Por otro lado, la calificación e
- nergética es un informe que mide la eficiencia del consumo de energía del inmueble, mediante una escala comprendida entre la letra “A” (siendo esta la más eficiente) y la letra “G” (siendo esta la menos eficiente). Ambos documentos deben estar en vigor para poder avanzar con la compraventa de cualquier propiedad. Puedes leer más sobre estos documentos en este enlace. (posar enllaç a l’altre article).
- Certificado de la inspección técnica de edificios (ITE): documento obligatorio para todos los edificios plurifamiliares que tengan más de 45 años de antigüedad. En este estudio se valora la construcción, el estado de la estructura y las instalaciones comunitarias del edificio. Tras el estudio pertinente se obtiene un resultado, el cual puede ser: deficiencias muy graves, graves, importantes, leves y sin deficiencias. Si el resultado certifica que las deficiencias del inmueble son muy graves, graves e importantes se deberán establecer un seguido de mejoras para que el edificio cumpla con la normativa vigente.
- Certificado de la comunidad: esta información se la deberemos pedir directamente a la comunidad de vecinos a la que pertenezca el inmueble que pretendemos comprar o bien al administrador de la finca. Este documento certifica si la propiedad actual del inmueble tiene o no algún tipo de deuda con la comunidad.
- Ultima acta de la comunidad: es el documento que recoge los puntos tratados en la última reunión de vecinos y dónde aparece el listado de posibles derramas que se hayan acordado en junta.
Una vez hayamos reunido toda la información comentada anteriormente, debemos revisarla exhaustivamente con el objetivo de asegurar que esté en regla conforme las normativas vigentes y con las necesidades que se hayan detectado para el inmueble. A continuación, será el momento de tomar la decisión de continuar o no con la compraventa de la propiedad que es de nuestro interés.
Es necesario tener en cuenta todos los detalles y ser metódico en cada uno de los aspectos de este proceso dada la importancia que tiene para un comprador. Nuestra recomendación, tanto para vendedores como compradores, es que acudan a un agente inmobiliario para gestionar el proceso de compraventa de la vivienda. Gracias a la experiencia del profesional, recibirán un asesoramiento de calidad, además de ayudarles a reunir toda la documentación e información necesaria y aclarar dudas que puedan surgir durante el proceso.